Fundación TPH impulsa la profesionalización de cuidadoras de adultos mayores en el Biobío
Ante el envejecimiento de la población chilena, la Fundación Trabajo Para un Hermano impulsó la formación de cuidadoras de adultos mayores. Estas capacitaciones, certificadas por ChileValora y financiadas por el Gobierno Regional del Biobío, dignifican el oficio y fortalecen las oportunidades laborales de mujeres en el Gran Concepción, promoviendo una atención integral para adultos mayores y sus familias.
Teniendo en cuenta que la población de nuestro país está envejeciendo cada vez más, y la esperanza de vida aumenta, se hace cada vez más evidente y necesario una atención especializada para los adultos mayores. Es así que, la Fundación Trabajo Para un Hermano, bajo el Programa de Capacitación para la Inserción Laboral de Mujeres del Gran Concepción, y financiado por el Gobierno Regional del Biobío. Desarrolló 3 cursos, de Cuidador/a Primario/a correspondientes a la formación integral para el cuidado de adultos mayores.
Melissa Garrido, coordinadora regional de Chilevalora en la región del Biobío, resaltó la importancia de la certificación, mencionando que “su capacitación está avalada por el Estado, lo que las convierte en herramientas fundamentales para evaluar las experiencias profesionales de las personas”. Añadiendo, además, que este documento reconoce la experiencia práctica de las personas, valorizando su trayectoria y contribuyendo a la profesionalización de su oficio.
Desde la Fundación TPH, destacan que el objetivo principal de estas capacitaciones es dignificar y profesionalizar el rol de cuidadoras, en un contexto donde este trabajo, históricamente asumido por mujeres desde la urgencia, requiere cada vez más competencias técnicas y emocionales. “Es fundamental que las cuidadoras logren independencia económica y que esto también repercute en sus familias”, explicó Patricia Yévenes, trabajadora social, en su rol de acompañamiento sociolaboral del programa.
Redes para la inserción laboral
Durante el desarrollo del programa, como en la actualidad, la Fundación apoya activamente la inserción laboral de las cuidadoras a través de gestiones con redes claves: como el Club de Leones de Chiguayante, Fundación Las Rosas, Casa de Reposo Sebastiano Giuseppe, Hogar San Vicente de Paul, la empresa Tidal Care y familias particulares.
Uno de los aprendizajes clave de la Fundación ha sido la importancia de trabajar en redes dentro del ecosistema de cuidados. “Es esencial vincularnos con familias, instituciones, y empresas que requieran cuidadoras, además de fortalecer nuestras alianzas para desarrollar un trabajo colaborativo”, afirmó Patricia Yévenes. Estas conexiones no solo facilitan la inserción laboral, sino que permiten a la Fundación adaptar sus programas a las necesidades del mercado.
El trabajo en conjunto con Tidal Care, empresa especializada en servicios de atención domiciliaria, se ha convertido en un apoyo fundamental para familias en el Gran Concepción. Esto se debe a que, busca dar una atención profesional e integral para adultos mayores frágiles o dependientes que requieren acompañamiento o en situación de dependencia moderada o severa. Actualmente, esta organización ha contratado seis participantes del curso de cuidados de adulto mayor. Según explicó Níger Araneda, director de la organización, el proyecto surgió como respuesta a una necesidad evidente: “una falta de conocimiento y de cuidado adecuado por parte de las familias hacia sus seres queridos, debido, principalmente, a la falta de educación especializada”.
El director valoró el proceso de formación y selección de TPH, enfatizando que estas cuidadoras suelen tener experiencias previas en la atención de familiares, lo que les otorga una sensibilidad especial. “Buscamos personas que se entreguen con tiempo y cariño, y eso nos ha permitido brindar un servicio confiable, sin reclamos hasta la fecha”, afirmó
Relatos de una cuidadora independiente
Ana Albarran, vino desde Venezuela hace 9 años, durante su tiempo en el país estuvo realizando diferentes trabajos, sin embargo, durante el 2022 fue parte del Programa de Capacitación de Mujeres, ejecutado por la Fundación THP. Realizó el curso de cuidados de adulto mayor, siendo parte del primer grupo, y desde su certificación no ha parado de dedicarse al rubro.
La cuidadora describe su trabajo como una labor social que requiere empatía y compromiso, además de la capacidad de conciliar con las familias. Sin embargo, también enfrenta desafíos, como la desconfianza inicial por parte de algunas familias y la falta de valoración económica de su labor, especialmente en jornadas nocturnas.
“Creen que uno va a dormir, pero debo estar atenta, revisar al paciente, movilizarlo, cambiarlo de posición y más. Todo ese trabajo tiene un valor monetario y sentimental”, explicó, añadiendo que, como trabajadora extranjera, a veces enfrenta prejuicios que con el tiempo logra superar.
Sin embargo, gracias a su dedicación, la cuidadora ha logrado consolidarse en su comunidad: “En Concepción ya me conocen bastante, y muchas familias me recomiendan. Además, TPH es un buen canal de conexión”. Como trabajadora independiente, valora poder organizar sus horarios y tareas, aunque reconoce que el camino no siempre ha sido sencillo.
Antes de realizar el curso, Ana igualmente se dedicaba al cuidado de adultos mayores, sin embargo, y como ella comentó: “Antes, en mis contratos decía ‘trabajadora de casa particular’, pero tras el curso nos hicieron mucho hincapié en que nos diéramos nuestro propio lugar. Ahora en los contratos dice: cuidadoras de adulto mayor en domicilio particular”. Reforzando y subrayando el reconocimiento que la formación aportó a su profesión.
La cuidadora también resaltó el cambio de percepción que tuvo posterior al programa. Me sentía más segura, porque había adquirido muchas más herramientas importantes para el cuidado del adulto mayor. Ahora puedo tener en cuenta lo que les ocurre a los pacientes, en su cuerpo y mente”, explicó. En ese sentido, también destacó la importancia de tener los conocimientos técnicos para poder cumplir la labor con responsabilidad y el máximo cuidado.
El envejecimiento y los desafíos del trabajo
El director de Tidal Care también abordó un fenómeno demográfico que está transformando la sociedad: el envejecimiento de la población. Según señaló, la falta de preparación y recursos para asumir el cuidado de adultos mayores representa un desafío urgente. “El sistema de salud está colapsado, y los hospitales no pueden asumir esta responsabilidad”, comentó. “Las familias deben prepararse para esta tarea, y ahí es donde entramos nosotros, no solo para proveer cuidados, sino también para educar y apoyar a los familiares en todo el proceso”, profundizó.
“Desde el diseño de los procesos formativos, buscamos formar integralmente a las cuidadoras, para que sean un aporte no solo en el estado físico del paciente, sino también en el mental y emocional”, concluyó Yévenes. La Fundación TPH, a través de estos programas, no solo fomenta la empleabilidad de mujeres en el Gran Concepción, sino que también busca a través de la profesionalización de cuidadores responder a una necesidad creciente en una sociedad que envejece rápidamente.