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Entrevista con Olga Palma: “Todas las mujeres podemos realizar trabajos al igual que los hombres”

Dejó atrás su carrera en peluquería para convertirse en conductora. Decidió atreverse desafiar estereotipos de género al unirse al Programa de Mujeres Conductoras, demostrando que todas las mujeres tienen el potencial de triunfar en cualquier campo laboral.

Olga Palma, una mujer de 45 años, tomó la valiente decisión de probar otro rubro después de un largo tiempo en el área de la peluquería y belleza. Este nuevo trabajo se trata de uno que, tradicionalmente, se ve completamente dominado por hombres: el transporte público. Su ímpetu ha sido tal que incluso animó a su pareja a incursionar y seguirla.

Es así como, con su gran determinación y ganas de probar algo nuevo, se atrevió a ser parte del Programa Piloto de Formación Laboral de Mujeres Conductoras del Transporte Público, impartido por la Fundación Trabajo para un Hermano y financiado por el Gobierno Regional del Biobío.

Ahora, ya certificada y siendo la primera mujer conductora de Buses Palomares, nos cuenta sobre su paso por la fundación y las experiencias que ha vivido como conductora del transporte público.

¿Cómo conoció el programa?

Siempre me ha gustado manejar. Un día, mientras navegaba por Facebook, vi una publicación de TPH. Al principio, no confié en ello. Sin embargo, cuando vi la publicación nuevamente, decidí inscribirme. Había trabajado en la peluquería por años, me había divorciado y deseaba hacer cosas nuevas.

¿Qué la motivó a tomar esta capacitación?

Me motivó el hecho de haber estado haciendo lo mismo durante 10 años. Quería algo diferente, deseaba liberarme de la rutina. A pesar de que me encanta lo que hago en el mundo de la belleza y la peluquería, anhelaba un cambio.

¿Cómo fue su paso por la fundación?

A pesar de las dificultades personales y la duración del proceso, debo admitir que fue una experiencia muy enriquecedora. Además, durante el transcurso de las clases, pude forjar lazos de amistad. Los profesores y las coordinadoras de la fundación fueron pacientes y crearon un ambiente agradable. Al final, me fui con un profundo cariño y una gran sensación de apoyo.

¿Cómo ha sido la relación con los colegas y los pasajeros?

Cuando conducía sin pasajeros durante los días de práctica, las mujeres me miraban, me felicitaban y hacían gestos amigables. Los conductores de otras líneas me saludaban con cambios de luces y aplausos. Las personas que subían a la micro y me veían decían: “qué bueno, una mujer”.

Ahora, la experiencia ha sido muy positiva, mis compañeros siempre me brindan consejos y apoyo. En cuanto a los pasajeros, me felicitan y algunos dicen: “Las mujeres sí podemos”. Sorprendentemente, los hombres, a quienes creí que podrían ser machistas, han demostrado todo lo contrario y me brindan aún más apoyo.

¿Qué dicen tus hijos sobre el hecho de que conduces taxibuses?

Mis hijos me preguntan si me quedaré como conductora de micros . Cuando les dije que sí, se preocuparon y me dijeron: “Mamá, te van a tratar mal, te van a insultar”. Les respondí que eso también depende de cómo tratemos a nuestros pasajeros y de nuestra capacidad para manejar las situaciones. Les enseñé que debemos ganarnos la vida con esfuerzo y que todo trabajo es honesto. Por lo tanto, me apoyan. Todas las mujeres podemos realizar trabajos al igual que los hombres, e incluso, muchas veces, mejor.

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