Curso de TPH para el Servicio de Salud Talcahuano: Un enfoque hacia el buen trato
La Fundación TPH organizó un curso enfocado en la promoción de climas laborales saludables. La iniciativa, dirigida a líderes del Servicio de Salud Talcahuano, buscó no solo entregar herramientas prácticas, sino también fomentar la introspección y la comunicación activa entre los participantes.
En un esfuerzo para promover ambientes laborales saludables y fortalecer la convivencia en los equipos de trabajo, la Fundación Trabajo para un Hermano (TPH) llevó a cabo el curso de 40 horas: “Capacitación en ambientes laborales y equipos saludables para un buen trato laboral y prevención frente a la violencia interna o externa” dirigido a líderes y jefaturas del Servicio de Salud Talcahuano. La actividad se centró en la prevención de situaciones de violencia en el ámbito laboral, tanto interna como externa, y en la promoción de prácticas que potencien la comunicación y la colaboración.
Objetivos y metodología del taller
Tamara Elso, psicóloga y facilitadora del curos, destacó el propósito central de la actividad: “El principal objetivo de este taller tiene relación con cuidar los climas laborales saludables y promover prácticas de buen trato. En este caso, abordamos tanto la violencia interna como externa a la que están expuestos los funcionarios del área de la salud”. Además, subrayó la importancia de crear un espacio donde los líderes y jefaturas pudieran compartir sus vivencias. “Estamos trabajando con líderes de distintos centros y culturas organizacionales, lo que implicó un desafío en la preparación de actividades significativas para todos”, destacó.
Marianne Saavedra, otra de las facilitadoras, explicó que el taller se enfocó en proporcionar herramientas preventivas y de manejo de estas situaciones. “Queríamos entregarles herramientas para abordar estas temáticas y promover una cultura de buen trato”, comentó. Saavedra también porfundizo sobre el impacto positivo del enfoque experiencial de TPH. “Nuestra forma de trabajar se centra en lo vivencial, partiendo de los conocimientos y experiencias de los participantes, lo cual les permite aprender de manera práctica y reforzar habilidades como la escucha activa” señaló.
Impacto y experiencias de los participantes
Francisco, ingeniero en gestión y encargado del área administrativa en el Cesfam San Vicente de Talcahuano, compartió su experiencia: “Las dinámicas han sido muy claras y motivadoras. Uno viene con la expectativa de un curso normal, pero este cambió completamente el esquema y me pareció excelente”. Subrayó la relevancia de las herramientas proporcionadas: “Como líder, las habilidades entregadas me permitirán mejorar la convivencia y la comunicación con mi equipo, promoviendo un ambiente de trabajo más horizontal y empático”.
Por su parte, Mariela, trabajadora social y coordinadora de sector en el Cesfam de Tomé, valoró el enfoque didáctico del taller: “Ha sido súper positivo. Los ejercicios nos hacen reflexionar y podemos aplicarlos directamente en nuestro trabajo diario y en las reuniones de equipo para fortalecer la convivencia”. Además, destacó la importancia de brindar espacios para que los equipos puedan expresarse y ser escuchados sin temor.
Desafíos y reflexiones finales
Entre los principales desafíos, Elso y Saavedra coincidieron en la necesidad de adaptar el taller a las diversas realidades y expectativas de los participantes. Según Saavedra, “es importante partir de un guion metodológico, pero también recepcionar lo que los asistentes necesitan para que el aprendizaje sea significativo”.
Este curso se destacó por ofrecer un espacio de introspección y conexión, donde los líderes pudieron detenerse a analizar sus prácticas y redescubrir sus fortalezas. La experiencia reafirmó la importancia de la comunicación abierta y la escucha activa en el liderazgo, pilares esenciales para promover ambientes de trabajo respetuosos y colaborativos en el sector de la salud.